sábado, 25 de abril de 2009

ELABORACIÓN DE UNA UNIDAD DIDÁCTICA



Conocer el diseño y elaboración de unidades didácticas es uno de los
aspectos más importantes a la hora de realizar nuestra labor docente ya
que es la herramienta fundamental para estructurar los conocimientos
que pretendemos trabajar con nuestros alumnos.
A la hora de realizar el diseño de una Unidad Didáctica debemos tener
en cuenta los apartados siguientes:

1. Título de la Unidad Didáctica.

2. Temporalización
En este apartado debemos concretar el tiempo estimado de duración
en cuanto a la puesta en práctica de la Unidad: 15 días, 1 mes, etc...

3. Ubicación
Estructuración de todas las unidades a lo largo del curso. Es decir, en
este apartado debemos concretar en qué trimestre vamos a desarrollar
esta Unidad.

4. Edad de los alumnos (a los que va dirigida la Unidad)

5. Aspectos evolutivos
En este apartado debemos hacer referencia a las características de los
alumnos a los que va dirigida la Unidad Didáctica a nivel del
desarrollo perceptivo-cognitivo, a nivel del desarrollo del lenguaje, a
nivel del desarrollo psicomotor, socioafectivo, etc...
¿Por qué es importante tener todo esto en cuenta? Fundamentalmente
porque debemos conocer a la perfección a nuestros alumnos. Conocer
lo que saben hacer y lo que no, para posteriormente, establecer los
objetivos adecuados y situarlos en el nivel exacto de desarrollo.

6. Centro de Interés
Siempre debemos trabajar desde un eje vertebrador: los centros de
interés. A partir de esos centros de interés trabajaremos unos
determinados objetivos y contenidos. Estos centros de interés, como
su propio nombre indica deben ser motivadores y estimulantes para
los alumnos, deben contar con el interés de los alumnos. ¿Qué centros
de interés podemos utilizar? Las partes del cuerpo, los medios de
comunicación, las estaciones del año, las fiestas populares, etc...

7. Justificación de la Unidad Didáctica
En este apartado debemos explicar por qué es importante desarrollar
esta unidad en el aula: ¿qué van a aprender? Debemos explicar muy
brevemente algunos de los contenidos a trabajar, así como, los
objetivos generales de la Etapa de Educación Infantil con los que
están íntimamente relacionados.

8. Objetivos específicos de la Unidad Didáctica
Ahora tenemos que redactar los objetivos que vamos a establecer para
esta Unidad. Los podemos clasificar por ámbitos: Identidad y
Autonomía Personal, Conocimiento del Medio Físico y Social y
Comunicación y Representación.

9. Contenidos
Debemos clasificar los contenidos a trabajar en conceptuales,
procedimentales y actitudinales. También se pueden clasificar por
ámbitos.

10. Temas transversales
Llegados a este punto tenemos que hacer referencia a los contenidos
transversales que pretendemos trabajar en esta Unidad. Por ejemplo:
- Sensibilidad y actitud respetuosa hacia los seres vivos en
general, tomando progresivamente conciencia de la importancia
de nuestra participación en la conservación de la
naturaleza.(Educación en el respeto por el medioambiente).

11. Metodología
En este apartado se trata, en líneas generales, unas pautas a seguir
tanto por el profesor como por los alumnos, para que se produzca un
satisfactorio proceso de enseñanza-aprendizaje.
Creo en la importancia del constructivismo. Por ello, he de tener en
cuenta a la hora de llevar a la práctica esta programación, los
siguientes aspectos:
- Importancia en cada nueva situación de aprendizaje, el conocimiento
que nuestros alumnos/as ya poseen ,es decir, las ideas previas:
? Porque sirven de base para conocimientos posteriores.
? Porque hacen ver una imagen positiva de sus
conocimientos y experiencias.
? Porque la percepción de las cosas viene determinada
(entre otras cosas) por el conocimiento previo y por el
momento evolutivo de las estructuras mentales del niño.
- Persigo, ante todo, que se produzca un “aprendizaje significativo”.
- Conveniencia de una metodología globalizadora, ya que los/as
niños/as a esta edad perciben la realidad de un modo global, unitario,
holístico y sincrético, y , por lo tanto, los contenidos deben ser
recurrentes, globalizados e integrados:
? Pueden tener una jerarquía a tener en cuenta a la hora de
secuencializar.
? Pueden tener una organización coherente en la que todos
los elementos estén interrelacionados, debido a la forma
de conocimiento de los/as niños/as. Para ello, debe ser un
proceso contínuo y no lineal, que avance por
aproximaciones sucesivas a la consolidación de
procedimientos y conceptos.
- La función del profesor debe ser le de orientador, para guiar al
alumno/a y no limitarse a transmitir conocimientos. Debido a esto, se
facilita la adquisición de un “aprendizaje significativo”.
- Pienso que es importante una óptima secuencialización de las
actividades, ya que esta no proporciona por sí sola un buen
desarrollo, aunque sí son un buen soporte en el que el/la niño/a
elaborará contenidos individualmente, y los integrará con sus
conocimientos anteriores de forma organizada.
- La motivación es un aspecto fundamental en la metodología. El
profesor deberá incentivar la motivación y la creatividad en sus
alumnos/as, para crear interés e inquietud en ellos. ¿Cómo podemos
realizar esta tarea?. En líneas generales, debe conectar con la realidad,
con los interese de los/as alumnos/as, con la utilización de medios
audiovisuales, y por último, que el mismo profesor predique con el
ejemplo. De ahí la importancia de realizar una actividad motivadora
previa a la introducción de un contenido.
También contemplamos en la metodología la creación de
situaciones de aprendizaje motivadoras:
* Adaptando los contenidos a los intereses y expectativas de
aprendizaje de los/as alumnos/as.
* Ofreciendo y facilitando “material” diverso que sea eficaz para
nuestra labor, y atractivo para ellos.
* Creando en el aula un clima socioafectivo que permita la
comunicación y fluidez en las relaciones.
- Un rasgo muy destacable dentro de las características del profesor es
que debe ser ante todo flexible y que no anteponga los contenidos al
alumno y al propio proceso de enseñanza-aprendizaje.
- El docente debe crear un ambiente de trabajo y convivencia, facilitador
del proceso de enseñanza-aprendizaje que resulta estimulante y
satisfactorio intelectualmente. Para ello, debe tener fluida”comunicación”
con sus alumnos, fomentar actividades positivas ante el aprendizaje,
intentar que se produzca, siempre que sea posible, una enseñanza
individualizada y corregir situaciones sexistas.
- Incluir actividades de aprendizaje en situaciones educativas más
amplias que le presten significado. Estas actividades deberán ser
“funcionales” y “formativas”.
- El alumno debe trabajar en grupo, ya que de esta manera se promueve el
debate entre ellos. Sin embargo, también es importante el trabajo y la
reflexión individual.
- Importancia de la interdisciplinariedad. Esto es, la utilización de un
determinado concepto en diferentes áreas de conocimiento y bajo un
determinado centro de interés.
- Debido a las características tanto físicas como psicológicas de nuestros
alumnos/as, debemos tener en cuenta ciertos aspectos como el principio
de actividad (necesidad de movimiento) y la importancia de las
actividades lúdicas debido al carácter motivacional que éstas poseen.
- En el proceso de enseñanza-aprendizaje el alumno ocupa un lugar
central y es por ello que nuestra metodología debe contar en sus
contenidos con diferentes ritmos de maduración o también denominados
niveles de formulación.
Resumiendo, podemos afirmar que las necesidades de cada momento
histórico nos marcarán lo que el niño/a debe aprender. La evolución
psicológica lo que pueda. Pero lo importante es que el niño quiera. Por
lo tanto, hay que despertar en el niño el afecto al objeto de
conocimiento. Los progresos en los estudios de psicología han
promovido una mejora en los métodos educativos.
Para concluir, podemos hacer referencia a una frase de Puig Adam
que parece ser muy ejemplificadora:”La mejor y más maravillosa
fuente de conocimiento para el profesor son sus alumnos”.

12. Organización del aula
Haciendo referencia a la organización del aula, debemos realizar una
división entre dos aspectos fundamentales. Por un lado, la
organización del aula a nivel “espacial” y, por otro lado, a nivel
“temporal”.
En primer lugar, debemos organizar el aula a nivel espacial: por
rincones, por talleres, etc... Debemos elegir la opción más adecuada para
el correcto desarrollo de la Unidad.
A nivel “temporal”, hay que tener muy en cuenta la interiorización por
parte de los niños/as de los hábitos y rutinas que les permiten actuar de
una forma adecuada a la sociedad que pertenecen. Un ejemplo de jornada
escolar se puede desarrollar de la siguiente forma:
? Entrada: empieza la jornada y la interiorización de hábitos y
rutinas como saludar a la profesora y a los compañeros/as,
quitarse los abrigos, ponerse los babis de forma autónoma,
cuelgan la mochila y dejan los desayunos cada uno/a en su
bandeja.
? Pasar lista: donde los niños/as también colaboran.
? Escribir la fecha en la pizarra
? Asamblea: sentados/as en el corcho nos expresamos en la
asamblea según el tema del día o sobre cualquier tema que
sea de interés ese día. Siempre hacemos una observación del
tiempo.
? Desarrollo de la Unidad Didáctica: comentamos el trabajo
individual que tienen que realizar, se explican las dudas y
cada uno/a coge su material de trabajo y se sientan en las
mesas para realizarlo.
? Aseo: continuamos con los hábitos y rutinas, así que los/as
niños/as se lavan las manos para desayunar.
? Desayuno: cada niño/a coge su desayuno de su bandeja y se
pone a desayunar.
? Recreo.
? Período de relajación: cuando vuelven del patio realizamos
una relajación ya que suelen volver del recreo bastante
alterados.
? Desarrollo de la Unidad Didáctica.
? Rincones: como llevamos entre todos/as una lista de control,
cada niño/a sabe perfectamente a que rincón debe dirigirse.
Cada día pasan por un rincón diferente de tal forma que a
final de semana todos/as han pasado por todos los rincones.
? Recogida y limpieza del material y de la clase.

13. Actividades
En este apartado tenemos que empezar a diseñar el conjunto de
actividades que pretendemos desarrollar en nuestra Unidad.
En cada una de las Unidades Didácticas existen varios tipos de
actividades:
? Actividades para detectar ideas previas.
? Actividad motivadora.
? Actividades de desarrollo.
? Actividades de refuerzo.
? Actividades de ampliación.
? Actividades de recapitulación.
Estas actividades poseen cada una su propia organización, de tal
forma que existen actividades para realizarlas de forma individual,
actividades para realizarlas en pequeño grupo y actividades para
realizarlas en gran grupo.
Las actividades para detectar las ideas previas como su propio nombre
indica, sirven para averiguar cuáles son los conocimientos que poseen
los/as alumnos/as sobre el centro de interés que vamos a trabajar.
Suelen ser asambleas, láminas de observación, diapositivas,
adivinanzas, etc...
La actividad motivadora nos permite “introducir” a los alumnos/as en
el centro de interés a trabajar, por ejemplo a través de un cuento
alusivo al tema. Al finalizar este tipo de actividad, personalmente
considero oportuno realizar actividades de comprensión sobre la
actividad motivadora, es decir, si la actividad motivadora es un
cuento, realizar posteriormente una reconstrucción del cuento a partir
de preguntas que yo les realice, una canción que narre la historia del
cuento, una dramatización de él, etc...
Las actividades de desarrollo nos permiten trabajar la Unidad
Didáctica de una forma más profunda.
Las actividades de refuerzo se utilizan para aquellos/as cuyos ritmos
de aprendizaje sean más lentos.
Las actividades de ampliación son aquellas que posibilitan a los
alumnos y alumnas seguir avanzando en sus procesos de aprendizaje,
una vez realizadas satisfactoriamente las tareas propuestas en la
Unidad Didáctica. Están pensadas para niños y niñas con ritmos de
aprendizaje “rápidos”.
Las actividades de recapitulación están incluidas en la Unidad
Didáctica con la intención de reorientar permanentemente los procesos
educativos.

14. Evaluación
Para llegar a un modelo de evaluación coherente con el modelo
metodológico que considero más adecuado, he partido de lo que la Orden de
1 de Febrero de 1993 sobre evaluación en Educación Infantil en la
Comunidad de Andalucía (B.O.J.A de 23 de Febrero de 1993 ).
Así, he tenido en cuenta que se evalúa el proceso de enseñanza,
nuestra propia práctica educativa y el desarrollo de las capacidades de los/as
niños/as, de acuerdo con las finalidades que nos hemos propuesto y con el
objetivo de mejorar nuestra actividad educativa.
Teniendo en cuenta que la Educación Infantil tiene por finalidad
contribuir al desarrollo de todas las capacidades de loa niños/as, la
evaluación en Educación Infantil pretende, por tanto, señalar el grado en que
se van desarrollando las diferentes capacidades, así como orientar las
medidas de refuerzo o adaptaciones curriculares necesarias.
La evaluación en esta etapa posee un marcado carácter formativo en
tanto que no posee carácter de promoción o calificación del alumnado.
De acuerdo con el Decreto 107/1992 de 9 de Junio, la evaluación de
los/as alumnos/as en la Educación Infantil será global, contínua y formativa.
La evaluación será global por cuanto deberá referirse al conjunto de
capacidades expresadas en los objetivos generales. Estos objetivos,
adecuados al contexto sociocultural del centro y a las características propias
del alumnado, serán punto de referencia permanente de la evaluación.
La evaluación tendrá carácter continuo en tanto que se considerará un
elemento inseparable del proceso educativo, mediante el cual el profesor/a
obtiene información permanente sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje
de sus alumnos/as.
La evaluación tendrá un carácter formativo, regulador, orientador y
autocorrector del proceso educativo, al proporcionar una información
constante que permita mejorar tanto los procesos como los resultados de la
intervención educativa.
Otro aspecto importante a destacar sobre la evaluación es que ésta
debe ser cualitativa y contextualizada, es decir, referida a su entorno y a un
proceso concreto de enseñanza-aprendizaje.
Un aspecto muy importante de esta evaluación será el proceso de
enseñanza, donde se prestará una atención especial a los siguientes aspectos:
? La organización del aula y el ambiente entre los/as niños/as así
como la relación entre el profesor y el alumnado.
? La coordinación y coherencia interna entre distintas unidades,
trimestres, cursos, ciclos, etc...
? La regularidad y calidad de la relación con los padres y madres
y la participación de éstos en el proceso de aprendizaje de sus
hijos.
? Adecuación de objetivos a las características del centro y del
alumnado.
? Validez de la secuenciación y organización de objetivos y
contenidos.
? Efectividad metodológica.
? Adecuación de recursos y materiales curriculares utilizados.
? Validez de estrategias de evaluación.
? Adecuación de las medidas de atención a la diversidad que
requiere el proceso de enseñanza-aprendizaje.
El proceso de evaluación se debe centrar en cuatro grandes aspectos:
? Esfuerzo que realiza el alumno al intentar alcanzar las metas
educativas.
? Interés que posee el alumno, aspecto muy relacionado con la
motivación personal y aquella que parte del docente.
? Proceso que sigue al alumno en la adquisición de nuevos
conocimientos.
? Capacidades que desarrolla y que pone en funcionamiento
durante todo el proceso.
En resumen, se pretende que la evaluación no sea una
valoración de modo intuitivo sobre nuestros alumnos/as, como
tampoco un sistema de comprobación de las adquisiciones del
alumno/a, sino un mecanismo que permita la adecuación de la
enseñanza a las características del niño/a.

15. Criterios de evaluación.
En este apartado tenemos que hacer referencia a cuáles van a ser los
criterios que vamos a utilizar para evaluar el desarrollo de la Unidad
Didáctica. Estos criterios, evidentemente tienen que estar relacionados
con los objetivos y contenidos que hemos establecido en la Unidad.

16. Materiales de evaluación.
Los materiales de evaluación que se suelen utilizar son los siguientes:
? Pautas de observación para registrar las diferentes
observaciones sistemáticas realizadas en el aula y que
facilitarán la posterior redacción de los informes para las
madres y los padres. Permiten llevar un registro de diversos
hábitos y actitudes observados en los alumnos y en las
alumnas.
? Informes que permiten dar a conocer el proceso que sigue
cada niño/a tanto en lo referente a su desarrollo socioafectivo
como en la adquisición de aprendizajes.
? Entrevistas mediante las cuales se podrá establecer un
contacto directo con las madres y padres para realizar un
intercambio de información con la finalidad de seguir
conjuntamente la evolución del niño o de la niña.

17. Autoevaluación de la Unidad Didáctica.
Este es el último apartado que vamos a abordar en cuanto al diseño y
elaboración de Unidades Didácticas pero no por ello menos importante .
Al igual que el docente realiza una evaluación del proceso de
aprendizaje de sus alumnos/as debe también realizar una evaluación
del proceso de enseñanza del cual él es el responsable. Esto permite
mejorar la práctica docente así como evitar posibles errores que
hayamos podido cometer. ¿cómo podemos realizar esta
autoevaluación?. Básicamente respondiendo a estas preguntas:
? ¿se ha considerado como marco de referencia las Finalidades
Educativas y el Plan Anual de Centro?
? ¿se han conseguido los objetivos propuestos?
? ¿responden los contenidos a dichos objetivos?
? ¿se han incluido elementos de la Cultura Andaluza?
? ¿las actividades han permitido al niño/a relacionar sus experiencias
y conocimientos con los nuevos aprendizajes?
? ¿las actividades han formado un proceso armónico, han permitido
distintos agrupamientos, así como un aprendizaje autónomo?
? ¿se ha atendido a cada niño/a según sus necesidades?
? ¿han estado presente los distintos temas transversales?
? ¿se han utilizado los recursos del entorno y del centro?
? ¿ha existido colaboración con las tutoras de los demás niveles?
? Etc...

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